martes, 26 de junio de 2012

“Todo cambia, cambian las cosas y cambiamos nosotros. Lo único que permanece es el devenir.” Heráclito



Muchas personas coincidirán conmigo al pensar que el cambio es propio de la actividad humana. Otros pensarán que es mejor permanecer en lo ya conocido, quizás por costumbre, por comodidad o por temor a cambiar paradigmas.

Personalmente considero que el cambio es necesario en nuestras vidas. La pregunta es ¿qué tipo de cambio? Aquel que nos permita crecer, evolucionar, ampliar nuestros horizontes culturales para poder comprender a aquellos que nos rodean: “pequeños cosmos” (Santo Tomás de Aquino) con los que interactuamos en nuestro día a día.

Soy de esas personas que asimilan “cambio” con “evolución”, con crecimiento espiritual, con re-crearse, no me imagino  en la postura clásica de reticencia.

También relaciono el cambio con la creatividad,  al decir de Edward de Bono (Doctor en Medicina y autor de “El pensamiento lateral” Manual de creatividad): “el pensamiento creativo implica salirse de las pautas establecidas para mirar las cosas de forma distinta”

Cambio y creatividad se unen cuando estamos preparados para crecer, para dar el salto.

Dice Stephen Covey “el mundo es un lugar que ha cambiado mucho”, podría agregar que es necesario y, quizás prudente, subirnos a ese proceso de cambio. Comprender y asimilar el cambio nos permitirá prosperar como personas, con la individualidad y la libertad que el Creador ha inspirado en cada uno.

He aquí lo que me ha motivado a plantearme un nuevo desafío: el cambio del Blog Bitácora de Protocolo y Ceremonial argentino por Bitácora de Edith Pardo San Martín.

¡Bienvenidos al cambio!